lunes, 8 de julio de 2013

Antes del anochecer

Antes del anochecer (2013), Richard Linklater

Podemos considerarnos unos privilegiados los que hayamos evolucionado con esta pareja, compartiendo su misma edad, ilusiones y preocupaciones. Ciertamente, un gustazo de viaje en tiempo real a través de un mundo que ha cambiado mucho más que ellos y que nosotros. Pero lo que me ha sorprendido después de ver la tercera entrega de esta dilatada trilogía es que no me cabe la menor duda de que estamos ante un caso único en la historia del cine. No sólo es la mejor de las 3, sino que su admirable habilidad para diseccionar la complejidad de las relaciones de pareja provoca la sensación de pensar que las dos primeras partes - Antes del amanecer (1995) y Antes del atardecer (2004) - fueron concebidas única y exclusivamente para proporcionarle a ésta una tremenda riqueza y profundidad. La primera sentó los cimientos, la segunda le dio forma y la tercera ha matizado sus millones de detalles. Y los detalles, obviamente, lo son todo. Son lo que nos hace a todos y cada uno de nosotros únicos, aun estando cortados por el mismo patrón. Muchas, muchísimas, son las películas que han abordado este infinito tema de la pareja, pero ninguna alcanzará jamás la perspectiva de la que hemos gozado con ésta. Y ser testigo de eso es un privilegio como la copa de un pino.
Únicamente existe un caso similar, el de Bergman con Secretos de un matrimonio (1973), que fue una teleserie) y Saraband (2003). Pero el enfoque no es exactamente el mismo ni nos toca igual a una generación diferente a aquella. No por ello, dejo de reconocer que, obviamente, Linklater pueda haberse visto más que influenciado por el mestro sueco.
En esta ocasión, sus acertados dialogos y sus impecables interpretaciones se superan. La colaboración de Ethan Hawke y Julie Delpy con el director en la elaboración del guión, al igual que en la segunda entrega, brillan sobremanera y los 3 demuestran que han sabido dar al conjunto un equilibrio y un realismo que muchos autores envidiarán.
No es fácil comentar la peli sin caer en spoilers, así que sirva ésto de aviso a navegantes que la tengan en agenda.
Un acierto más de esta trilogía son los títulos, por su analogía sobre la etapa que revelan en la vida emocional y, sobretodo, sentimental de nuestros dos personajes protagonistas. Preciosa, cruda y a la vez reveladora la escena en la que ambos comparten una puesta de sol. Lo que le sigue es una cruel y demoledoramente realista situación que plantea infinidad de preguntas con tantas respuestas como parejas o, si se prefiere, imposibles de responder.
¿Dónde está el ansiado equilibrio? ¿Abre Celine la caja de los truenos o es Jesse el que se la ha hecho abrir? ¿Debe una pareja pasar de puntillas sobre temas que pueden doler para evitar que puedan pudrir aun asumiendo altos riesgos? ¿Dónde está la frontera del mal conformismo? Si la energía sólo se transforma, ¿donde está la que les unió contra viento y marea?
Capitulo especial para la paradoja de la pareja por excelencia ¿Son los tan deseados hijos el fin de la pareja? ¿Tenemos hijos sólo por un deseo individual cuando es evidente que son tan perjudiciales para la pareja?
Con el paso de los años ¿son magia los momentos de intimidad? ¿o son sólo momentos creados artificialmente para huir de la rutina? Cuando todos los lugares son conocidos, ¿podemos seguir creando magia desde una zona de confort sin la más mínima incertidumbre?
Sea lo que sea, debe ser algo que nos conmueva y, primordialmente, nos mueva. Aun a riesgo de perderlo todo. Ojalá podamos seguir compartiendo sus reflexiones con esta inolvidable pareja de aquí a otros 9 años. Mientras, no nos queda otra que seguir luchando en este terreno lleno de tantas pasiones en el que nunca hay culpables, pero tampoco inocentes.

PARA: cualquiera que decida no vivir solo en este mundo de locos
ABSTENERSE: cualquiera que confunda compartir con imponer 

2 comentarios:

  1. Tan real como la vida. ¡Qué complicados somos o cómo nos lo complicamos!. Exquisita película que arranca complicidad! Elena

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    1. Dentro de no mucho tiempo será uno de los más universales clásico contemporaneo.

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