Estrenos:
Looper (2012), Rian Johnson
Tan infinito como el espacio en sí mismo, el tema del viaje en el tiempo sigue (y seguirá) dando numerosas películas. Lo que es inevitable es que cada vez resulte más complicado ser, o parecer, original. No voy a entrar en la premisa de esta peli, aunque se desvela en su primer minuto, gracias al recurso de la voz en off. El buen cine debe evitar ser tan explicativo nada más abrir el telón, pero la singularidad de la ciencia ficción en ocasiones no deja alternativa por la complejidad del universo en el que se sitúa.
Todos aquellos elementos que cualquiera pueda imaginar en el cine de ciencia ficción futurista están en este film: escenarios vanguardistas, una sociedad con nuevas reglas, mutantes, tecnología punta, etc. Y lo están con un destacable acierto que revela una conciencuda intención de transmitir desde el principio que se pretende ir "en serio". Avanzado el film el director y guionista del mismo nos demuestra que efectivamente era así. Pero para ello ha debido recurrir al pilar de los pilares, que distingue a las buenas pelis de ciencia ficción de las pelis con mucho ruido y pocas nueces: un guión que da dimensión a sus personajes. En mi comentario sobre la deficiente In Time (2011) ya lo mencioné y me hice cruces de que la misma fuese, incomprensiblemente, obra del mismo creador que la imprescindible Gattaca (1997).
En esta ocasión, Johnson ha sabido moldear el trío de personajes principales, formado por Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis y Emily Blunt, alrededor de un factor que nunca se ha tratado lo suficientemente en profundidad en esta subcategoría del género que son los viajes en el tiempo. Me refiero a la gestión de las emociones provocadas por la opción de cambiar nuestro destino: ¿voy a ganar necesariamente retocando mi presente en función de mis nuevos datos sobre mi futuro? ¿debo entender mi vida actual como mi única vida posible? ¿somos prisioneros del pasado?
Aun hay otro elemento en el que el reto de la compleja trama sale victorioso: un sobresaliente niño. El chaval es el encargado de añadir al film unas agradecidas y bien medidas gotas de humor que adornan su conseguida interpretación, imprescindible para cerrar el loop de la peli.
Y como ocurre en tantas ocasiones ante este subgénero tan particular, la sensación que a uno le queda al final es que resulta necesario volver a verla.
PARA: aficionados a los puzzles rompecabezas en una pantalla en lugar de en una mesa
ABSTENERSE: los que se pierden en un pasillo
La vida es un guión que unos leen y otros interpretan, pero que sólo tú escribes. Está en tu mano.
sábado, 20 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
Atraco
Pre-estreno:
Atraco (2012), Eduard Cortés
para La Finestra Digital
Presentada fuera de concurso oficial en el reciente festival de San Sebastián y acompañada de un gran éxito en Argentina, nos llega una película que recuerda en varias cosas a la oscarizada y genial cinta de Juan José Campanella El secreto de sus ojos (2009). No es una casualidad que los mismos productores intenten aprovechar el filón de aquella. No llega a su altura pero no la desmerece ni muchísimo menos.
La historia está exquisitamente ambientada en el Madrid de los 50, pero también puntualmente en Panamá. Parte de hechos reales en torno al atraco en una conocida joyería de la capital, que pretendía contrarrestar uno de los "asaltos" que durante la época realizaba a su manera Doña Carmen Polo de Franco. La acción se desarrolla alrededor de un rocambolesco plan para conseguir retener unas joyas históricas. Los hechos no fueron aclarados y en este caso son reinterpretados muy libremente.
Lo primero que llama muy positivamente la atención nada más iniciarse su visionado es el extremo cuidado que se ha avocado en su producción. Un envidiable detalle en todas sus facetas artísticas, desde el vestuario, la música, una impecable dirección de arte y, especialmente, un gran casting, nos invitan a relajarnos y disfrutar de lo que está por llegar.
Lo que se nos ofrece es una elegante combinación de géneros hábilmente presentados. No confundamos con mezcla de géneros, recurso ya utilizado en los últimos años por películas con marcado acento de autor, que desenbocan en productos a menudo inclasificables. El caso que nos ocupa bebe de los viejos cánones de géneros puros como la comedia, el thriller o el drama, y su singularidad radica en que no los agita, sino que los utiliza en un orden bien calculado para gestionar nuestras emociones. Los giros que el guión provoca en la historia son también giros en la relación de la obra con el espectador.
Para poder acometer un reto como el mencionado son necesarios varios recursos que el director maneja con éxito. Además del mencionado buen uso de los elementos artísticos, cabe destacar una superficial pero equilibrada combinación de los tópicos en torno a los sentimientos de ciudadanos de dos países como España y Argentina durante la citada época.
Mención aparte merece el trabajo de dos consagrados actores argentinos que encarnan a dos de los principales personajes. Por un lado Guillermo Francella, inolvidable secundario en la mencionada El secreto de sus ojos, y muy conocido en su país como actor de comedia. Aquí nos ofrece una interpretación mucho más rica, incorporando matices de los tres géneros mencionados. Ante un papel que le reserva momentos muy diversos, sabe estar en todo momento a la altura, sin acentuar nunca de más donde otros lo habrían hecho. Por otra parte, pero con un papel en la historia mucho menos extenso y flexible, encontramos a un excelente Daniel Fanego. El suyo es uno de los casos donde se puede comprobar que la experiencia es un grado. En sus escenas es dueño y señor de la pantalla.
Un aspecto en el que el filme no acaba de ser plenamente redondo es la construcción de algunas relaciones. La pareja formada por los personajes de Amaia Salamanca y Nicolas Cabré en ningún momento funciona a la altura del conjunto. Podríamos decir incluso que la falta de una mejor construcción y desarrollo de la misma, tratada con una consabida pero exagerada superficialidad, restaincluso enteros en la película. Diferente es el caso de la pareja de policías, encarnada por Jordi Martinez (irreconocible Kubala de la serie de TV3) y Oscar Jaenada. La acertada estructura del guión les reserva un metraje tan escueto que nos deja con la sensación de haber podido ser otro punto destacado en caso de haberse podido expandirse.
PARA: cualquiera que disfrutase con El secreto de sus ojos
ABSTENERSE: los que hayan aparcado el cine con aire vintage y busquen sólo nuevas fórmulas
Atraco (2012), Eduard Cortés
para La Finestra Digital
Presentada fuera de concurso oficial en el reciente festival de San Sebastián y acompañada de un gran éxito en Argentina, nos llega una película que recuerda en varias cosas a la oscarizada y genial cinta de Juan José Campanella El secreto de sus ojos (2009). No es una casualidad que los mismos productores intenten aprovechar el filón de aquella. No llega a su altura pero no la desmerece ni muchísimo menos.
La historia está exquisitamente ambientada en el Madrid de los 50, pero también puntualmente en Panamá. Parte de hechos reales en torno al atraco en una conocida joyería de la capital, que pretendía contrarrestar uno de los "asaltos" que durante la época realizaba a su manera Doña Carmen Polo de Franco. La acción se desarrolla alrededor de un rocambolesco plan para conseguir retener unas joyas históricas. Los hechos no fueron aclarados y en este caso son reinterpretados muy libremente.
Lo primero que llama muy positivamente la atención nada más iniciarse su visionado es el extremo cuidado que se ha avocado en su producción. Un envidiable detalle en todas sus facetas artísticas, desde el vestuario, la música, una impecable dirección de arte y, especialmente, un gran casting, nos invitan a relajarnos y disfrutar de lo que está por llegar.
Lo que se nos ofrece es una elegante combinación de géneros hábilmente presentados. No confundamos con mezcla de géneros, recurso ya utilizado en los últimos años por películas con marcado acento de autor, que desenbocan en productos a menudo inclasificables. El caso que nos ocupa bebe de los viejos cánones de géneros puros como la comedia, el thriller o el drama, y su singularidad radica en que no los agita, sino que los utiliza en un orden bien calculado para gestionar nuestras emociones. Los giros que el guión provoca en la historia son también giros en la relación de la obra con el espectador.
Para poder acometer un reto como el mencionado son necesarios varios recursos que el director maneja con éxito. Además del mencionado buen uso de los elementos artísticos, cabe destacar una superficial pero equilibrada combinación de los tópicos en torno a los sentimientos de ciudadanos de dos países como España y Argentina durante la citada época.
Mención aparte merece el trabajo de dos consagrados actores argentinos que encarnan a dos de los principales personajes. Por un lado Guillermo Francella, inolvidable secundario en la mencionada El secreto de sus ojos, y muy conocido en su país como actor de comedia. Aquí nos ofrece una interpretación mucho más rica, incorporando matices de los tres géneros mencionados. Ante un papel que le reserva momentos muy diversos, sabe estar en todo momento a la altura, sin acentuar nunca de más donde otros lo habrían hecho. Por otra parte, pero con un papel en la historia mucho menos extenso y flexible, encontramos a un excelente Daniel Fanego. El suyo es uno de los casos donde se puede comprobar que la experiencia es un grado. En sus escenas es dueño y señor de la pantalla.
Un aspecto en el que el filme no acaba de ser plenamente redondo es la construcción de algunas relaciones. La pareja formada por los personajes de Amaia Salamanca y Nicolas Cabré en ningún momento funciona a la altura del conjunto. Podríamos decir incluso que la falta de una mejor construcción y desarrollo de la misma, tratada con una consabida pero exagerada superficialidad, restaincluso enteros en la película. Diferente es el caso de la pareja de policías, encarnada por Jordi Martinez (irreconocible Kubala de la serie de TV3) y Oscar Jaenada. La acertada estructura del guión les reserva un metraje tan escueto que nos deja con la sensación de haber podido ser otro punto destacado en caso de haberse podido expandirse.
PARA: cualquiera que disfrutase con El secreto de sus ojos
ABSTENERSE: los que hayan aparcado el cine con aire vintage y busquen sólo nuevas fórmulas
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domingo, 14 de octubre de 2012
Lo imposible
Estrenos:
Lo imposible (2012), J.A. Bayona
Comentar una peli que reproduce espeluznantes hechos reales siempre me provoca la misma sensación: hay que separar al máximo su logro evocador de la experiencia de su logro como pieza cinematográfica. Y me parece necesario aclarar que su logro como conjunto no se alcanza tanto por la suma de ambos sino, probablemente, si el segundo supera al primero: si lo que se cuenta se ve superado por cómo se cuenta. Salvando todas las distancias, es algo que ya mencioné al comentar La voz dormida.
Yendo por pasos, la recreación del terrible tsunami que arrasó Tailandia es, en una palabra, sobrecogedora. Las escenas que muestran los territorios arrasados por la marea son más que impactantes. Pero, sin duda, las que pasarán a la historia del cine de catástrofes serán las que reproducen los instantes del momento de la devastación. Gracias a la filmación en un inmenso tanque con millones de litros de agua real, el film se recrea en transmitirnos todo el horror que pudimos haber imaginado y el que nos es imposible imaginar a los que no lo vivimos en primera persona. Cada rama, cada piedra, cada cristal hechos añicos eran armas que rajaron bajo el agua a cientos de miles de inocentes vidas que en ese preciso instante ni siquiera eran conscientes de ello. La mente no piensa. Sólo quieres respirar y sobrevivir. Todo el magistral detallismo de la primera parte radica en hacernos vivir con un realismo al borde de la crueldad lo que tuvo que ser pasar por ese trance. Y eso es algo que la mayoría de las pelis de catástrofes evita, obvia o descuida.
Claro, cuando las aguas vuelven a su cauce y conseguimos recuperarnos del impacto, resulta, precisamente, imposible que la peli mantenga ese pulso. Nuestra atención, absolutamente secuestrada, es liberada para asistir al deambuleo de los supervivientes en un escenario y en unas situaciones que ya son más imaginables, predecibles y conocidas. Y aunque no dejan de estar retratadas con una envidiable dirección artística, el abuso del recurso lacrimógeno desmerece lo conseguido hasta ese instante.
El cómo se nos cuenta, referido a la gestación de su desenlace, lastra de manera injusta el mérito de la primera parte. Aun así, sería igualmente injusto no reconocer las meritorias interpretaciones del hijo mayor y, sobretodo, de una espléndida Naomi Watts.
Pues en línea con lo mencionado al principio, el cómo cinematográfico no supera al cómo evocador de la tragedia. Pero, sea como sea, llevar a cabo una obra de semejante envergadura con esta pericia es algo que debe reconocerse con mayúsculas por encima de cualquier otra cosa.
PARA: amantes de las grandes producciones sin efectos especiales.
ABSTENERSE: aprensivos ante el drama humano y alérgicos al dramón.
Lo imposible (2012), J.A. Bayona
Comentar una peli que reproduce espeluznantes hechos reales siempre me provoca la misma sensación: hay que separar al máximo su logro evocador de la experiencia de su logro como pieza cinematográfica. Y me parece necesario aclarar que su logro como conjunto no se alcanza tanto por la suma de ambos sino, probablemente, si el segundo supera al primero: si lo que se cuenta se ve superado por cómo se cuenta. Salvando todas las distancias, es algo que ya mencioné al comentar La voz dormida.
Yendo por pasos, la recreación del terrible tsunami que arrasó Tailandia es, en una palabra, sobrecogedora. Las escenas que muestran los territorios arrasados por la marea son más que impactantes. Pero, sin duda, las que pasarán a la historia del cine de catástrofes serán las que reproducen los instantes del momento de la devastación. Gracias a la filmación en un inmenso tanque con millones de litros de agua real, el film se recrea en transmitirnos todo el horror que pudimos haber imaginado y el que nos es imposible imaginar a los que no lo vivimos en primera persona. Cada rama, cada piedra, cada cristal hechos añicos eran armas que rajaron bajo el agua a cientos de miles de inocentes vidas que en ese preciso instante ni siquiera eran conscientes de ello. La mente no piensa. Sólo quieres respirar y sobrevivir. Todo el magistral detallismo de la primera parte radica en hacernos vivir con un realismo al borde de la crueldad lo que tuvo que ser pasar por ese trance. Y eso es algo que la mayoría de las pelis de catástrofes evita, obvia o descuida.
Claro, cuando las aguas vuelven a su cauce y conseguimos recuperarnos del impacto, resulta, precisamente, imposible que la peli mantenga ese pulso. Nuestra atención, absolutamente secuestrada, es liberada para asistir al deambuleo de los supervivientes en un escenario y en unas situaciones que ya son más imaginables, predecibles y conocidas. Y aunque no dejan de estar retratadas con una envidiable dirección artística, el abuso del recurso lacrimógeno desmerece lo conseguido hasta ese instante.
El cómo se nos cuenta, referido a la gestación de su desenlace, lastra de manera injusta el mérito de la primera parte. Aun así, sería igualmente injusto no reconocer las meritorias interpretaciones del hijo mayor y, sobretodo, de una espléndida Naomi Watts.
Pues en línea con lo mencionado al principio, el cómo cinematográfico no supera al cómo evocador de la tragedia. Pero, sea como sea, llevar a cabo una obra de semejante envergadura con esta pericia es algo que debe reconocerse con mayúsculas por encima de cualquier otra cosa.
PARA: amantes de las grandes producciones sin efectos especiales.
ABSTENERSE: aprensivos ante el drama humano y alérgicos al dramón.
jueves, 4 de octubre de 2012
La vida "secreta" de Isabel Coixet
En el rodaje de AYER NO TERMINA NUNCA, de Isabel Coixet.
Igualada, 30 septiembre 2012
Para La finestra digital
Isabel Coixet defiende que
para que un rodaje no pierda la intensidad necesaria es importante que continue
el fin de semana. Ése fue el momento que consideraron ideal para convocar a la
prensa y compartir sus impresiones con nosotros, dos semanas después de
iniciado el rodaje de su nueva película. El lugar, una tradicional población de
la catalunya central: Igualada. En palabras de la directora “aquí encontramos lugares conservados en el
tiempo, y no como en las grandes ciudades como Barcelona o Madrid, donde lo
renuevan todo constantemente”.
Otro motivo es que a poca distancia reunían una buena diversidad de
localizaciones.
En un ambiente muy
distendido, gracias a la evidente buena química existente entre los tres, la
directora y los dos actores nos hablaron del proyecto hasta donde pudieron… Por
expreso deseo de Isabel, todos los implicados en el proyecto han firmado una
cláusula de confidencialidad respecto al contenido de la historia. La directora
catalana considera que el espectador actual recibe demasiada información, que
hay una “saturación enfermiza de
información” y que va a intentar sorprender
al público con algo inesperado.
De entre lo poco que se ha
querido que trascienda del film, se avanzan dos apuntes: la vuelta al mundo de Mi vida sin mí (2003), y las
previsiblemente duras consecuencias que la actual crisis provocará en nuestro
futuro cercano. No por casualidad, estas pistas revelan dos de las señas de
identidad del cine de Coixet: el protagonismo de la pareja y el excesivo peso
de un pasado no muy lejano, y que aquí incluso se plasma en el título.
Isabel Coixet (I.C.): “El universo de la pareja
es perfecto para explorar el universo general y también es perfecto para
ejemplificar a dos maneras de mirar el mundo y de lidiar con el pasado. Con lo
que les ocurre a ellos.”
La pareja protagonista
Isabel ya había trabajado con
Javier Cámara en La vida secreta de las palabras (2005) y en Paris, je t’aime
(2006). Sin embargo, con Candela Peña sólo había rodado un spot. Aun así, la
directora confesó que llevaba tiempo dando vueltas a la idea de reunirlos en
una película suya. Concretamente, tras la química desprendida entre ambos hace
casi 10 años, en Torremolinos 73
(Pablo Berger, 2003). Casualmente, el mismo año de Mi vida sin mí.
I.C.: Javier y Candela dijeron que sí antes
incluso de leer el guión. Todo fue muy fácil para ponernos de acuerdo, incluso
en fechas para rodar.
Javier Cámara (J.C.): No podía imaginar mejor
directora y mejor compañera para este proyecto. Con Candela hemos disfrutado de
un reencuentro precioso.
Candela Peña (C.P.): Quería que mi destino me
llevase a Isabel y está siendo un regalo demasiado grande. Me siento como Gena
Rowlands.
El pasado
La acción se sitúa en el año
2017 y sobre ella se proyecta, desde nuestro presente, una realidad muy
predecible según Coixet, y que es consecuencia directa de los duros
acontecimientos que estamos viviendo en la actualidad a nivel económico y
social. Aparece la nueva
inmigración que muchos trabajadores se estan viendo obligados a realizar con
Alemania como destino. Nuestro presente, constituirá un dramático pasado que se
desvela al iniciarse el film, y que define toda la película a partir de esa
premisa. Oportunamente, Isabel aclara que no hay ninguna enfermedad terminal de
por medio, por la referencia apuntada a la película protagonizada por Sarah
Polley.
I.C.: La película esta dedicada a una persona que
me ha animado mucho a contarla. Ver cómo esta persona ha lidiado con un pasado
con el que es muy difícil hacerlo me ha ayudado a ver cómo tratarlo. Según
algunos, con el tiempo se aprende a colocar ese pasado en algún lugar, pero por
mucho que queramos evitarlo siempre está ahí.
I.C.: Es como cuando yo intento hacer una comedia
loca. Nunca lo consigo porque lo que me sale es otra cosa.
El momento
Tanto la directora como los
actores, hicieron hincapié en el deseo de Isabel de plasmar en este proyecto la
necesidad de compartir una opinión acerca del preocupante momento que nos está
tocando vivir.
I.C.: Sentía q no debía dejar pasar el
momento sin decir algo al respecto, sin dar una opinión sobre lo que va a
pasar.
C.P.: Isabel lo tenía claro, y para ello valía la
pena invertir cualquier esfuerzo en el empeño.
J.C.: Es una película necesaria.
El guión
Isabel empezó a trabajar esta
historia ciñendo “el 90% del guión” a situaciones que sólo involucran a la
pareja protagonista, sin apenas intervención de terceras personas. Los llamó
“J” y “C”, y una vez contó con la ventaja de poder ponerles cara definitiva a
sus personajes, concluyó su escritura a finales del reciente mes de agosto.
C.P.: Con Javier habíamos trabajado en una
historia complicada. Pero ésta la supera.
J.C.: Desde que empezamos a leer y a ensayar no
podíamos parar de hablar de la historia. Cuenta el reencuentro de dos personas
tras determinadas circunstancias en sus vidas que han generado unas heridas que
deben reparar: parte de una historia que quedo truncada.
I.C.: Ambos tienen dos maneras de verlo. Él lleva
cinco años en colonia, por razones personales y profesionales, con un punto de
vista más práctico y lúcido, mientras que ella se quedó aquí. Viven la
situación de dos maneras diferentes, y en esas maneras de ver la realidad también
está la película.
J.C.: Como actor estoy teniendo que pensar
poco porque el guión es muy claro. Cada frase es muy contundente. Son como
piedras que se lanzan con mucha violencia o amor. Hay mucha fuerza en ellas.
El rodaje
Los tres han hecho alarde de
un perfecto entendimiento mutuo a la hora de ponerse en acción. Con la
espontaneidad presente en todo momento transmiten la sensación de estar
hablando un mismo lenguaje para dar vida a los personajes.
J.C.: La confianza es básica, y está habiendo
mucha libertad. Para este proyecto era necesaria una energía basada en libertad
más un punto personal, característico de Isabel. ¡De repente se inventa una
escena!
I.C.: Me gusta la flexibilidad en el cine. Por
ejemplo, moviendo una escena del lugar seleccionado porque con ello se le
aporta un punto de vista adicional a la historia. Hay cosas en el guión que
luego cambian porque lo mandan las circunstancias. El guión es una guía
estupenda pero cuando improviso siento que estoy haciendo las cosas bien, y
cuando me ciño totalmente al guión me siento incómoda.
J.C.: Isabel no pierde el tiempo, nunca hay un
café de más. Hay una anécdota del rodaje de La vida secreta de las palabras
(2005). En plena plataforma petrolífera, mientras se estaban ajustando todavía
las luces, nos miró y decidió que era el momento de rodar.
I.C.: Esta película se ha rodado con dos
cámaras. Nunca lo había hecho y creo que esto la ha enriquecido.
El proyecto
Desde que en 2009 Isabel
estrenase su último largometraje de ficción (Mapa de los sonidos de Tokio) se había centrado en otros proyectos,
como documentales o publicidad. Pero no por deseo expreso, sino debido a una
situación que refleja, una vez más, lo complicado que resulta levantar
películas desde que se inició la crisis. La consecuencia ha sido la implicación
de la propia directora en este film a través de su productora (Miss Wasabi Films), junto con A contracorriente Films.
I.C.: Desde entonces he escrito cuatro guiones
más para largometraje y éste era el quinto. Todos los demás proyectos se han
parado por H o por B: estar pendientes de subvenciones, cambios continuados de
calendario, etc. Y lo que un cineasta necesita es rodar. Así que este proyecto
se está haciendo realidad gracias a un equipo maravilloso, muy comprometido y
hasta familiar,gracias también a que hemos fijado el calendario y, sobretodo,
gracias a unos actores que sé que me siguen gracias a haberse rebajado
considerablemente su caché.
I.C.: He aprendido mucho con los documentales, y
también que hay muchas cosas que se pueden hacer bien aunque se hagan deprisa.
Estas películas no se pueden presentar a un productor hoy en día. Hay veces en
que debes hacerlas tú.
El futuro estreno
La rueda de prensa contó
también con la presencia de Adolfo Blanco, de A Contracorriente Films, que según la directora fue otra de las
bazas del proyecto al implicarse en él sin leer previamente el guión, de igual
manera que Javier y Candela. No pusieron condiciones, apostando por su
directora.
Adolfo Blanco: He confirmado en estas primeras
semanas que Isabel tiene un tirón internacional brutal. Todos me preguntaban en
San Sebastián por la película. Pero además mucha gente nos está pidiendo
colaboración y participación en la distribución de la misma. Me atrevo a decir
que estará lista en el primer semestre de 2013, pero dependerá de la estrategia
internacional y de la combinación de festivales que más convengan.
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